Recursos De Escuela Sabática 

 

RECURSOS BIBLICOS DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DÍA 2025

ESTUDIOS BIBLICOS - LECCIÓN DE ESCUELA SABATICA - MISIONERO ADVENTISTA 2025 - SERMONES ADVENTISTAS

Encuentra los materiales bíblicos y en documentos cristianos adventistas en pdf, doc, pptx, etc, para descargarlos gratis y haz crecer tu vida espiritual.

Guías de Estudio de la Biblia en PDF Gratis | Sermones Cristianos | Recursos Bíblicos para Adultos | Lecciones de la Escuela Sabática 2025 | Materiales Cristianos para Crecimiento Espiritual | Estudios Bíblicos en PDF para Grupos y Clases | Recursos Cristianos en PDF para Profundizar en la Palabra de Dios

 

Accede de forma gratuita a las mejores guías de estudio bíblico en PDF, creadas por el pastor Joel Flores en Biblia Fácil. Descubre una amplia variedad de recursos bíblicos cristianos 2025, incluyendo estudios sobre Daniel, las Enseñanzas de Jesús, La Biblia Habla, Verdades para el Tiempo del Fin y mucho más. Estos materiales fáciles de entender están diseñados para fortalecer tu fe, profundizar en la Palabra de Dios y facilitar tu crecimiento espiritual personal o en grupo. Ideales para estudio personal, clases bíblicas, grupos de oración, y la Escuela Sabática, nuestros recursos están disponibles en la plataforma de la red televisiva Adventista Nuevo Tiempo. Además, encuentra sermones cristianos inspiradores, lecciones para adultos, recursos para la Escuela Sabática, y materiales bíblicos actualizados para 2025, todos en PDF y totalmente gratuitos. Empieza hoy mismo tu camino de aprendizaje espiritual con recursos confiables, fáciles de usar y diseñados para ayudarte a entender mejor la Biblia y vivir según sus enseñanzas. Explora nuestros estudios bíblicos en PDF, recursos cristianos gratuitos y sermones en línea para fortalecer tu relación con Dios y crecer en tu fe cristiana.

MISIONERO ADVENTISTA PARA ADULTOS - 3er Tercer TRIMESTRE 2025

Descarga el Informe Misionero Mundial para Adultos - Tercer Trimestre 2025 | División Africana del Sur y del Océano Índico
Encuentra aquí el informe completo del Misionero Mundial para adultos del tercer trimestre de 2025, elaborado por la División Africana del Sur y del Océano Índico. Conoce las últimas novedades, estadísticas, proyectos misioneros y oportunidades de participación para fortalecer tu misión y crecimiento espiritual. Este recurso esencial es ideal para líderes, miembros de iglesias y creyentes comprometidos con la expansión del evangelio en África, el Océano Índico y más allá. Aprovecha esta oportunidad para estar informado, motivado e involucrado en la misión global de la iglesia adventista en 2025. ¡Descarga ahora y sé parte de la Gran Comisión!

MISIONERO ADVENTISTA 2025 | PARA EL TERCER TIMESTRE | GRATIS EN PDF

HISTORIAS MISIONERAS DE LA IGLESIA ADVENTISTA, EN PDF PARA DESCARGAR

Lección 11: Para el 13 de septiembre de 2025 | APOSTASÍA E INTERCESIÓN

 

Sábado 6 de septiembre

 

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 32:1-6; Salmos 115:4-8; Isaías 44:9, 10; Romanos 1:22-27; Éxodo 32:7-32; Isaías 53:4.

 

PARA MEMORIZAR: “Entonces volvió Moisés ante el Señor y le dijo: ‘Este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro. Te ruego que perdones su pecado. Y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito’ ” (Éxo. 32:31, 32).

 

Aunque Moisés había estado ausente del campamento de Israel durante solo cuarenta días, ¿qué sucedió? El pueblo de Dios se apartó de él y adoró a un ídolo, el becerro de oro. ¿Cómo pudieron hacer eso después de tantas señales poderosas, experiencias y milagros? Podría haber muchas respuestas para ese interrogante y tal vez algo acertado en todas ellas.

 

¿Acaso el pueblo no entendía quién era Dios en realidad? ¿O fueron sus poderosas experiencias con él eclipsadas por sus deseos carnales y pecaminosos? ¿No apreciaban lo que Dios había hecho por ellos, sino que lo daban todo por sentado? ¿Estaba su entendimiento nublado, estropeado por sus preocupaciones cotidianas y su antigua manera pecaminosa de pensar? ¿Eran simplemente desagradecidos para con las misericordiosas acciones de Dios en su favor? ¿Olvidaron tan rápidamente los poderosos actos de Dios (Sal. 106:13, 21-23)? ¿O podría adjudicarse todo al fallido liderazgo de Aarón?

 

“Con Aarón también el Señor se enojó en gran manera para destruirlo” (Deut. 9:20). Cualesquiera que hayan sido las razones de tan terrible apostasía, ¿qué lecciones podemos extraer de ella, no solo acerca de la pecaminosidad humana, sino del amor misericordioso de Dios hacia los seres humanos a pesar de su pecaminosidad? 

 

Domingo 7 de septiembre

LIDERAZGO FALLIDO

 

Dios llamó a Moisés para que pasara tiempo con él. Cuarenta días y cuarenta noches pudo haber sido un período corto para Moisés, pero pareció largo, demasiado largo, para los israelitas.

 

Su líder visible estaba ausente. Se sintieron desorientados, impacientes, temerosos e inseguros. Querían tener un dios visible que los guiara, como los “dioses” que habían visto toda su vida en el Egipto idólatra. Lee Éxodo 32:1 al 6. ¿Cómo fue posible que el liderazgo de Aarón fracasara tan estrepitosamente? Aarón no estuvo a la altura de las circunstancias.

 

No supo aprovechar el momento y hacer lo correcto. En lugar de confiar en el Señor, se debilitó ante la mayoría. El pueblo exigió lo impensable: “Haznos un dios que vaya delante de nosotros” (Éxo. 32:1), y él consintió. La gente dio voluntariamente oro para hacer el ídolo, y Aarón no solo no los detuvo, sino que los animó a donar. Luego participó en la fabricación de este falso dios. Después, el pueblo declaró: “Israel, este es tu dios que te sacó de Egipto” (Éxo. 32:4).

 

Cuán pecadores, malvados y estrechos de miras. Aunque acababan de fabricar este ídolo, declararon que él los había liberado. ¿No es asombroso cómo los deseos pecaminosos pueden pervertir nuestro pensamiento y nuestras acciones? La gente celebra sus propias creaciones mientras su humanidad y su moralidad se degradan en el proceso.

 

“Para hacer frente a semejante crisis hacía falta un hombre de firmeza, decisión y ánimo imperturbable, alguien que considerara el honor de Dios por sobre el favor popular, su seguridad personal y su propia vida. Pero el líder provisorio de Israel no tenía ese carácter. Aarón reconvino débilmente al pueblo, pero su vacilación y timidez en el momento crítico solo sirvieron para hacerlos más decididos. El tumulto creció. Un frenesí ciego e irrazonable pareció posesionarse de la multitud.

 

Algunos permanecieron fieles a su pacto con Dios; pero la mayoría del pueblo se unió a la apostasía” (Elena de White, Patriarcas y profetas, pp. 326, 327). ¿Cómo pudo Aarón, un dirigente, haber sido tan débil? ¿Qué justificaciones pudo haber dado interiormente a sus terribles acciones?

 

Lunes 8 de septiembre

LA IDOLATRÍA Y EL MAL

 

Lee Éxodo 32:6. ¿Adónde los condujo rápidamente su idolatría? (Ver también Sal. 115:4-8; 135:15-18; Isa. 44:9, 10). El becerro de oro se parecía al dios-toro egipcio Apis, o al dios-vaca Hathor.

 

Se trataba de una flagrante transgresión de los mandamientos primero y segundo (Éxo. 20:3-6). Esta violación no podía quedar impune porque rompía abiertamente la relación del pueblo con el Señor viviente. En lugar de adorar a su Creador, los israelitas adoraron a su propia creación, que no podía ver, oír, oler, hablar, cuidar, amar ni guiar.

 

El orden de la Creación se invirtió: en lugar de comprender que habían sido creados a imagen de Dios, hicieron un dios, ni siquiera a su propia imagen, lo que ya habría sido considerablemente malo, sino a imagen de un animal.

 

¿Este era el dios al que querían servir? Habían pecado así gravemente contra el Señor (Isa. 31:7; 42:17). ¿De qué maneras refleja la apostasía del becerro de oro lo que dice Romanos 1:22 al 27? La idolatría rechaza la verdad teológica de que Dios es Dios y el hombre es hombre, borra la brecha entre la Deidad y el ser humano (Ecl. 5:2) y destruye la conexión entre ambos. Ya sea de manera descarada y abierta u oculta en el corazón, la idolatría destruye rápidamente nuestra relación con el Señor y nos conduce a una espiral moral descendente.

 

No es de extrañar que se pusieran a festejar después de ofrecer sacrificios al ídolo, lo que Elena de White describió como “una imitación de las fiestas idólatras de Egipto” (Patriarcas y profetas, p. 331). Los humanos son brillantes a la hora de fabricar sus propios ídolos.

 

Crean sus propios dioses, lo cual ya es malo, pero luego van y los sirven. Sustituyen al Creador por cosas que, tarde o temprano, conducen a la degradación moral. ¿De qué maneras rinden culto los seres humanos actualmente a la Creación en lugar de adorar al Creador?

 

Martes 9 de septiembre

CORROMPIÉNDOSE A SÍ MISMOS

 

Lee Éxodo 32:7 y 8. ¿Por qué envió Dios a Moisés nuevamente al campamento de Israel? Al recurrir a un ídolo, los israelitas estaban divorciándose del Dios verdadero, quien los había liberado de Egipto. El Señor los culpó directamente, diciendo que se habían corrompido (Éxo. 32:7) al punto de atribuir su liberación a esta estatua.

 

¡Qué contradicción tan directa con lo que Dios les dijo! (Éxo. 20:2). Esta negación de la presencia de Dios y de sus poderosos actos era un asunto grave. Su pensamiento y sus sentimientos estaban distorsionados y completamente corrompidos.

 

Para el profeta Ezequiel, la idolatría estaba en el centro de toda la miseria del pueblo de Dios, y de allí brotaban todos los demás pecados (ver, por ejemplo, Éxo. 8:1-18; 20:1-44; 22:1-12). Nos preguntamos a menudo cómo podían los antiguos creyentes ser tan ingenuos e incorregibles, al punto de adorar objetos de fabricación humana.

 

Estamos bastante seguros de que nosotros nunca haríamos algo así. Pero ¿estamos realmente libres de la idolatría? Los ídolos de hoy pueden tener formas y figuras diferentes, pero tienen un atractivo similar. La idolatría consiste en rendir culto a algo que sustituye a Dios aun a sabiendas de que eso es incorrecto. Un ídolo es todo aquello que capta nuestra imaginación, afecto, tiempo y mente más que Dios y puede incluso esclavizar nuestro pensamiento. De hecho, nos convertimos en lo que contemplamos y no llegaremos más alto que el “dios” al que sirvamos.

 

Si Dios no está en el centro de tu vida, entonces otros dioses ocuparán su lugar. Si no disfrutamos y cultivamos la Presencia viva de Dios, disfrutaremos y dedicaremos nuestra vida a algo o a alguien más. Lo que adoramos en lugar de Cristo puede tener diferentes apariencias: orgullo, egoísmo, dinero, poder, sexo, comida, televisión, drogas, alcohol, pensamientos impuros, pornografía, placeres, trabajo, deportes, familia, videojuegos, películas, compras, ideas, política, música, posición, títulos, calificaciones, etcétera.

 

La lista no tiene fin. Somos muy creativos en este sentido. Podemos convertir cualquier cosa buena, hermosa y significativa en un ídolo. La idolatría es extremadamente peligrosa porque transforma nuestra personalidad, nuestra forma de pensar, nuestros afectos y nuestra vida social. Cambia nuestra identidad y sustituye las relaciones personales auténticas por interacciones huecas y sin sentido que no pueden salvarnos.

 

Miércoles 10 de septiembre

LA JUSTA IRA DE DIOS

 

Lee Éxodo 32:9 al 29. ¿Cuál fue la reacción de Moisés ante la decisión divina de destruir a Israel? Mientras Moisés estaba todavía en el monte Sinaí, Dios dijo que destruiría a los rebeldes y haría de la posteridad de aquel una gran nación.

 

Pero eso no era lo que Moisés quería, sino que suplicó al Señor en favor de los israelitas, señalando que no eran el pueblo de Moisés, sino el de Dios, y que no había sido él, Moisés, quien los sacó de Egipto, sino Dios mediante sus poderosos hechos. Moisés invocó las promesas que Dios había hecho a los patriarcas, actuando verdaderamente como intercesor entre Dios y la humanidad.

 

Después de que “el Señor desistió del mal que dijo que haría a su pueblo” (Éxo. 32:14), Moisés volvió con ellos. A diferencia de lo que sucedería en Éxodo 34:29 y 30, no consta que su rostro brillara ante la presencia del Señor, tal vez porque en esta circunstancia reflejaba su ira. “Cuando Moisés llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, se enardeció de ira.

 

Arrojó las tablas de sus manos y las quebró al pie del monte” (Éxo. 32:19). La acción de romper las tablas que contenían el Decálogo era una señal externa de la ruptura de su contenido. Dios más tarde le ordenó a Moisés que cincelara dos tablas para sustituir “las primeras tablas que quebraste” (Deut. 10:2). Dios mismo reescribiría los Mandamientos.

 

Moisés reprendió duramente a Aarón por rendirse a las exigencias del pueblo. “¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan grande pecado?” (Éxo. 32:21). Aarón trató de excusar su transgresión (1) culpando a otros y (2) sugiriendo que el ídolo había aparecido por arte de magia: “Lo eché [el oro] en el fuego y salió este becerro” (Éxo. 32:24).

 

Lo que empeoraba las cosas era que el propio Aarón había sido muy honrado por Dios, pues se le habían concedido muchos privilegios, que incluyeron subir a la montaña con Moisés y los ancianos (Éxo. 24:1). ¡Qué oscura ironía! Al afirmar que había ocurrido un milagro, Aarón quiso engañar a su hermano (nota cómo un pecado conduce a otro; en este caso, de la idolatría a la mentira). Sin embargo, Moisés no se dejó engañar al ver el comportamiento desenfrenado del pueblo.

 

Las consecuencias negativas eran evidentes, y Moisés tuvo que detener la rebelión de inmediato. ¿Qué debería enseñarnos esta historia acerca del poder de la oración intercesora? ¿Por quién deberías orar ahora mismo?

 

Jueves 11 de septiembre

INTERCESIÓN

 

Lee Éxodo 32:30 al 32. ¿Cuán lejos fue Moisés en su oración intercesora en favor de los pecadores? Terribles cosas ocurrieron en el campamento israelita a causa de la rebelión del pueblo, incluso la muerte de muchas personas (Éxo. 32:28). Al día siguiente, Moisés dijo lo siguiente al pueblo: “Ustedes han cometido un gran pecado.

 

Pero subiré ahora al Señor; quizá consiga el perdón de su pecado” (Éxo. 32:30). “Entonces volvió Moisés ante el Señor y le dijo: ‘Este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro. Te ruego que perdones su pecado. Y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito’” (Éxo. 32:31, 32). No es de extrañar que Moisés sea considerado un tipo o prefiguración histórica de Cristo.

 

En virtud de su oración intercesora por los pecadores y su disposición a ofrecer su propia vida por ellos, reflejaba sin duda lo que Cristo hace por todos nosotros. ¡Qué compasión ejemplar por los transgresores! Moisés demostró su entrega total al Señor y su amor abnegado por las personas. El libro de Éxodo no indica cuánto tiempo permaneció con el Señor en el monte esta vez, pero Deuteronomio dice que estuvo en el Sinaí durante cuarenta días (ver Deut. 9:18).

 

La palabra traducida como “perdonar” en Éxodo 32:32 proviene de un verbo cuyo significado básico es “llevar” o “cargar”, como en Isaías 53:4, que dice lo siguiente acerca de Jesús: “Él llevó nuestras enfermedades”. Qué poderosa visión del proceso de salvación y perdón, y de cuánto costó a Dios nuestra salvación.

 

Moisés estaba pidiendo al Señor que “llevara” el pecado del pueblo, precisamente lo que hizo en la cruz miles de años después. Éxodo 32:32 muestra no solo la idea de la expiación sustitutoria, sino también que Dios mismo es quien la realiza. Este texto ilustra cómo ocurre el perdón. Dios cargó, en Cristo, con nuestros pecados, la única forma en que podíamos ser perdonados.

 

Cuán poderosa expresión del plan de salvación y qué demostración para nosotros y para el cosmos de lo que Dios estuvo dispuesto a hacer para salvarnos. Moisés pidió a Dios que cargara con los pecados del pueblo y el Señor lo hizo finalmente en Jesús. ¿Cómo podemos asimilar esta asombrosa verdad? ¿Qué nos dice ella acerca del amor de Dios por la humanidad caída?

 

 Viernes 12 de septiembre

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

 

Lee el capítulo titulado “La idolatría en el Sinaí” en el libro Patriarcas y profetas, de Elena de White, pp. 325-337. La lección de esta semana presenta un enfoque especial acerca de la obra de Dios en los creyentes.

 

El Señor puede hacer en nosotros “infinitamente más que todo cuanto pedimos o entendemos” (Efe. 3:20). No debemos centrarnos en nosotros mismos y gratificar nuestros deseos personales, porque esto conduce a la idolatría. Por el contrario, nuestra atención debe centrarse en Dios y en su poder.

 

Él da la fuerza que conduce a una vida nueva y victoriosa (Fil. 4:13; Jud. 1:24, 25). “El amor, no menos que la justicia, exigía que este pecado fuera castigado. Dios es Protector y Soberano de su pueblo. Destruye a los que insisten en la rebelión, para que no lleven a otros a la ruina. Al perdonar la vida a Caín, Dios había demostrado al universo cuál sería el resultado si se permitiera que el pecado quedara impune.

 

La influencia que, por medio de su vida y su ejemplo, él ejerció sobre sus descendientes condujo a un estado de corrupción que exigió la destrucción de todo el mundo por el diluvio. […] Cuanto más tiempo vivían los hombres, tanto más corruptos se tornaban. Así también habría sucedido con la apostasía del Sinaí. Si la transgresión no se hubiera castigado con presteza, se habrían visto nuevamente los mismos resultados” (Elena de White, Patriarcas y profetas, p. 335).

 

 

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

1. Reflexiona en la pregunta que aparece al final del estudio del lunes. ¿De qué maneras podemos rendir culto a la Creación en lugar de adorar al Creador? ¿Cómo podemos ser buenos administradores del planeta y proteger el medio ambiente sin adorarlo o convertirlo en un ídolo en sí mismo?

2. Uno puede discernir la gravedad de una situación o de un hecho por sus resultados o por la magnitud de la reacción que provoca. ¿Por qué ordenó Moisés la ejecución de aquellos que se negaban obstinadamente a arrepentirse y continuaban en su rebelión contra Dios y sus enseñanzas?

3. ¿Por qué la expiación sustitutiva es el único modelo correcto de expiación? ¿Por qué es un grave error teológico cualquier teoría de la expiación que niegue el fundamento sustitutivo del evangelio o le reste importancia? Lee 1 Pedro 2:24. ¿Cómo revela este texto poderosamente la idea de que Jesús es nuestro Sustituto?